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Yogur de coco casero







El yogur es el fermento lácteo más popular del mundo mundial. Y hoy en día hay una clara tendencia de preparar fermentos lácteos sin animales por el medio. Muchos os preguntaréis ¿cómo narices es posible? Básicamente el proceso es el mismo, sólo cambia la materia prima.



Las bacterias que fermentan la leche convirtiéndola en yogur son, normalmente bacterias termófilas, activas a temperaturas elevadas. Por ello, para elaborar un yogur de cualquier tipo hace falta mantener las temperaturas entre los 43 y los 46 ⁰C. Esta actuación de calor hace que el resultado final sea cremoso y espeso sin ningún tipo de espesante añadido y con toques de acidez suave e irresistible.



Para elaborar cualquier tipo de yogur necesitas además un cultivo iniciador. En este caso puedes optar por capsulas de probióticos con Acidophilus incluido (es una bacteria que nos ayuda a espesar la leche durante el proceso fermentativo) o por un starter de yogur de coco de compra, siempre que sea de cultivo vivo, sin sabores y sin aditivos. ¿La diferencia entre las dos opciones? Básicamente la inversión que tienes que hacer. Las capsulas probióticas no son baratas, mientras un yogur de coco sale más económico. Para elegir entre los dos te recomiendo consultar tu cuenta bancaria.







Herramientas que necesitarás


Para pintar una pared hace falta pintura, pincel, para preparar yogur también hay que tener ciertos utensilios sino la cosa no avanza.


1. Termómetro

Hemos visto anteriormente que las bacterias del yogur necesitan calorcito, por lo tanto, el control de temperatura es primordial.


2. Yogurtera o fermentadora

Volvemos a lo mismo, para mantener la temperatura de entre los 43 y los 46 ⁰C necesitarás un ayudante en forma de yogurtera o fermentadora. Con poca inversión se puede encontrar yogurteras de buena calidad, con tarros de vidrio incluidos, y si preparas yogur con frecuencia, sale súper rentable.






Ingredientes:


1 litro de leche de coco natural y sin aditivos

1 cucharada de starter de yogur (o 2 capsulas de probióticos)



Elaboración:



1. El primer paso es sacar de la nevera tu yogur-iniciador y dejar que adquiera la temperatura ambiente.


2. Precalienta la fermentadora/yogurtera y también los tarros de vidrio que vas a utilizar. Puedes aplicar agua templada o meterlos con antelación en la yogurtera.


3. Mientras se calienta el iniciador y las vasijas, en un cazo calienta la leche de coco a 82⁰C. Calienta la leche poco a poco y con suavidad, removiéndola con frecuencia para evitar que se escalde. Ojo, es posible omitir este paso y hacer yogur crudo, sin llegar a calentar la leche por encima de los 46⁰C, ¡pero el yogur crudo no será nunca tan espeso como el yogur hecho con leche tratada al calor!


Al tener la leche a esta temperatura elevada, removiendo constantemente, se produce una evaporación y concentración de la leche de coco, lo que también contribuye a aumentar la densidad del producto final. Para simular este paso tradicional de la evaporación, muchos fabricantes de yogur y muchos elaboradores caseros añaden aditivos espesantes como kuzu o tapioca. Estos espesantes al final rebajan bastante el sabor.


4. Después de calentar la leche, debes dejarla enfriar antes de añadir el starter (se puede acelerar el proceso con un baño de hielo o remover a menudo). Cuando la temperatura llega a los 46⁰C coge un poco de leche de coco en un bol y mezcla con la cuchara de yogur de compra / con el contenido de las capsulas. Una vez bien disuelto, vierte dentro de la leche y remueve bien.


5. Pasa la leche cultivada a tarros precalentados, ciérralos herméticamente y ponlos en la fermentadora/yogurtera a 43⁰C.

Temperatura: las yogurteras vienen con temperaturas ya prediseñadas.


6. Después de 8 horas tu yogur de coco está listo. Pásalo a la nevera para que se enfríe y coja más consistencia y disfruta con tu topping favorito ;)






En este vídeo puedes ver la preparación paso a paso:







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