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Sopa de ajo


Uno de los mejores comfort foods que he tenido el placer de conocer es sin duda la sopa de ajo. Tan sencilla, tan reconfortante, tan calentita, tan, tan, tan rica y podría seguir...

Nuestra relación amorosa empezó cuando estudié con la beca Erasmus en la Universidad de León (si, soy medio leonesa!). Muchos suelen bromear con la expresión de Erasmus - Orgasmus. Pues no te voy a engañar. Pero en mi caso fue relacionada con la comida. Perdí "la virginidad del paladar". Noches interminables de tapeo, pelar una gamba por primera vez, saborear el mosto, probar la morcilla sin preguntar sus ingredientes por si acaso. En los días de frío (y con resaca) el ganador absoluto era la sopa de ajo, muy típico por tierras castellanas. Se aprovecha el pan duro de los días anteriores, por lo tanto es un plato súper económico y sostenible al mismo tiempo. Soy fan absoluta y espero de que te robe el corazón también ;)


Ingredientes: para 2 personas

1/2 cabeza de ajo (o uno entero, tú mismo)

1 c.s. de paprika/pimentón (puedes combinar dulce, picante, de la Vera)

Aceite de oliva virgen extra

130gr de pan duro de masa madre

750ml agua filtrada

sal y pimienta negra recién molida al gusto

Opcional: huevo

Ajo tierno para decorar



Elaboración:

En un cazo calentar a fuego muy bajito el aceite de oliva y dorar ligeramente los ajos picados (sin el germen).


Retirar del fuego el cazo, añadir el pimentón y mezclar un poco con el ajo y aceite.


Incorporar el agua y volver a poner sobre el fuego. Lo importante es que no se quemen ni el ajo, ni el pimentón, porque pueden aportar sabores amargos a la sopa.

Después de mojar con agua, añadir el pan cortado a cubitos, subir el fuego y llevar a ebullición.

Salpimentar y cocer 10 minutos más como mucho con la tapa puesta. El pan se volverá tierno e increíblemente jugoso. Y listo!


Si te apetece con un poco más de "chicha", te recomiendo que añadas un huevo a baja temperatura. Queda brutal! ¿Para que te complico la vida?, me preguntarás ahora. Psssst don´t worry! Te enseño mi truco:

Retira el cazo con la sopa recién hecha del fuego, y rompe el huevo (o dos) dentro de la sopa. Vuelve a colocar la tapa, espera 5 minutos y a comer. Con el calor residual la clara se cuaja y la yema queda de rechupete. Disfrutala con un poco de ajo tierno por encima.


Bon profit!


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