El limón posee un gran poder curativo según la medicina Ayurveda. Estimula la salivación y también activa los jugos digestivos en el estómago.
En estas natillas sorprende tanto el frescor como el contraste del punto salado que aporta el limón fermentado.
El azafrán es uno de mis especias favoritas en postres. Tiene propiedades afrodisíacas, depura la sangre y el hígado, además es un tónico ideal para el corazón y el sistema nervioso. La lavanda se caracteriza por sus propiedades calmantes.
Así que ya sabéis, si os apetece dar un capricho ZEN vegano y sin gluten, es sin duda la mejor opción ;)
Ingredientes: (para 4 vasitos)
2 cs de fécula de maíz
3 cs de panela
1/2cc de cúrcuma en polvo
1/4cc de azafrán en polvo (o 3 hebras)
Las semillas molidas de una vaina de cardamomo
1/4 limón a la sal (remojado durante 12h y triturado)
500ml de leche de arroz
Flor de lavanda (fresca o seca)
Elaboración:
En un cazo calentar la leche de arroz junto con la panela, azafrán, cúrcuma, cardamomo y flor de lavanda. Llevar a ebullición, apagar del fuego y reservar tapado 15 minutos para infusionar. Retirar la flor de lavanda (colar en caso de flor seca).
Poner la fécula en un bol y templar con un poco de leche removiendo con varilla para evitar grumos. Cuando la mezcla está uniforme, verter al cazo y cocer sobre fuego medio mezclando continuamente hasta que se espese. Poner en vasos individuales y dejar enfriar. Sirve con un poco de flor de lavanda por encima ;)