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Tocando el alma del pan


La masa me atrae. Para mi la palabra amasar significa meditación, paz y buenas vibraciones. También me parece increíble la vida que puede tener una simple mezcla de agua y harina. Y eso me atrae aún mucho más. Por eso hice mi propia masa madre natural.

Creo que es mejor tener siempre una referencia, alguien quien te guía al principio. Mi maistro ha sido Jordi Morera, para mi el panadero más innovador y grandísima persona. Gracias a sus consejos no fallé.



Empecé el proceso con un starter de manzana, agua y miel. Dejé macerar la mezcla durante 7 días a temperatura ambiente (a unos 23 grados). Este iniciador viene de maravilla para enriquecer la microbiota de la masa. Después de colar el "zumo enzimático" comienza la fiesta!


Para la masa madre utilicé 200gr de agua macerada y 200gr de harina de centeno integral ecológico. Dejé fermentar 2 días y me subió una barbaridad (como veis en la foto también las burbujas enormes). En este punto vi que la cosa promete.


El siguiente paso es mezclar 100gr de la masa anterior, con la misma cantidad de harina de centeno y agua mineral. Después de un día de reposo hay que repetir este paso de 4-6 días.

El veredicto final de la masa madre es: "cuando se observa que una vez refrescada, en 3 horas aprox., la masa dobla el volumen y presenta una alta cantidad de burbujas, esta lista."

En mi caso el quinto día nació BuBu.


Un iniciador vivo, una harina de calidad y una temperatura constante durante la fermentación ayudaron mucho para que salga guapa, saludable y sin complicaciones. Y tampoco pueden faltar unos kilos de cariño claro ;)


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