Aprovechando la temporada de calabaza os enseño una receta muy peculiar. Es diferente porque estamos acostumbrados que la calabaza se come cocida o horneada y en este caso la preparamos completamente cruda. Por lo tanto se mantienen e incluso con la fermentación se aumentan sus propiedades, como por ejemplo su alto contenido en carotenos y vitamina C.
Ingredientes
Para un tarro de 1 litro
700gr de calabaza
7 granos de pimienta negra
5 granos de pimienta de Jamaica
2 semillas de cardamomo
2 ramos de canela
Jengibre fresco, un trozo de 5cm
Cúrcuma fresca, un trozo de 3cm (opcional, se puede sustituir por polvo al final de la elaboración)
250ml agua de mar
250ml agua
Tiempo de fermentación
3-4 días
Temperatura de 21-24 grados
Elaboración
Cortar la calabaza en cubos de 2cms. Pelar el trozo de jengibre y cúrcuma (cuidado que esta última pinta las manos, utilizar guantes). Poner todos los ingredientes dentro del tarro (fido en mi caso y sin goma). Cómo "tapa" utilicé un trozo grande con piel y así quedaba todo cubierto de líquido.
Dejar fermentar a temperatura ambiente.
Después colar, guardar el jugo y eliminar las pimientas, cardamomo y canela. Triturar la calabaza en un vaso batidor tipo americano hasta tener textura de crema. Si utilizas cúrcuma en polvo, agrega en este momento.
Rectificar de sal y de densidad con el agua reservada.
El resultado es una crema viva y el toque spicy le da mucha chispa. Os enseñaré un par de recetas para poder disfrutar de esta maravilla al máximo ;)